Queridos lectores:
Ya sé que hace demasiado tiempo que no escribía y os prometí que eso no iba a pasar. Pero han pasado muchas cosas (entre ellas que me olvidé de la contraseña y me ha costado vida y media recuperarla). He hecho algunos avances con mi recuperación... pero también un gran retroceso.
Hace ya más o menos un mes y poco me empezó a pasar algo que no me ocurría desde que estaba realmente mal: no tener ganas de comer. Sí, ya sé lo que os dije (y es verdad) de que comer no engorda, pero hay veces en las cuales la cabeza toma el rumbo que le parece.
Mi madre normalmente, cuando sirve la comida, dice: "¿Así está bien? ¿Quieres un poco más?" Yo, obviamente, le decía que me pusiera lo que le parecía (que es lo mismo que la ración) y ahora, decirlo, es una manía que no me puedo quitar. Aunque, más que manía, es un miedo muy intenso a que me pongan más de lo que me corresponde. Pero al final, con mis quejas, sólo consigo que me pongan menos de lo que debería comer.
También se me ha olvidado completamente comentaros que estuve esquiando una semana con el colegio. ¡Fue alucinante! Estuve una semana sola y me las apañé bastante bien. Pero cuando volví, había perdido algo de peso lo cual se pasó por alto ya que en esa semana no había parado. Pero en la siguiente revisión también perdí. Tengo médico en 8 días y estoy muerta de miedo. Todos los días, antes de irme a dormir me digo: "A partir de mañana, comerás lo que te pongan." Pero nunca lo consigo.
Por favor, si podéis, ayudarme con este parón que estoy teniendo. ¡Un beso! 🙋
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